Empezamos nuestro último día en Tokio con uno de los lugares que más ganas teníamos de visitar en Japón…sí, el Mercado Tsukiji!!!!!
Se trata de la lonja de pescado más grande del mundo: 2.000 toneladas de productos marinos, nada más y nada menos, pasan cada día por esta lonja de pescado. Es, sin duda, uno de los lugares más mágicos de la ciudad. Está la opción de ir a ver la subasta de pescado, que empieza a las 5 de la mañana, pero hay que estar antes de las 4 porque el número de personas que pueden entrar es muy limitado. Nosotros barajamos esta opción, pero finalmente decidimos simplemente acudir temprano para visitar el mercado con todo el bullicio de sus primeras horas de apertura.
Los Sushi bar que hay en las calles adyacentes de la lonja ya dan cuenta de que te encuentras cerca del mercado. Calles y callejuelas serpentean, mucha gente, olor a pescado, el bullicio del comienzo de la jornada… Cuando ya estábamos dentro del recinto, nos llamaron la atención los vehículos transportadores con los que se desplazaban: parecían pequeñas camionetas que les permiten moverse con mucha agilidad y con lo que hay que ir con mucho cuidado porque como te descuides te puedes llevar algún susto!!!
Ya dentro del Mercado lo mejor es dejarte llevar. Las paradas y puestos son verdaderos espectáculos de colores, de olores… cajas y cajas de material se amontonan mientras los pescaderos se afanan por cortar el pescado al más mínimo detalle, exhibiendo sus cuchillos y demás instrumentos, exponiendo su género de la forma más atractiva posible.
Hemos dado muchas vueltas buscando «la joya de la corona», ¡¡el atún!! Y aunque en un primer momento no lo hemos localizado, no hemos tardado en dar con él…Impresionantes trozos que nos hacían la boca agua y con el personal comentando no sabemos bien qué cosa… pero seguro que era cómo lo cortaban y el precio que tenía… Finalmente hemos encontrados algunas piezas enteras que bien merecían alguna foto… El paseo se ha alargado un buen rato, y al final hemos empezado a ver como algunos limpiaban los cuchillos y los afilaban para posteriores usos. Sin duda hemos aprovechado el tiempo y, aunque no hemos ido a la subasta, nos hemos hecho una idea bastante aproximada de lo que es este impresionante mercado. Por último, antes de irnos hemos encontrado la máquina que dispensa el hielo. No sé cómo serán en las lonjas en nuestro país, la verdad, pero nosotros no habíamos visto nunca ninguna y nos ha llamado mucho la atención.
Hemos salido de allí muy contentos, pero el calor ya apretaba, así que nos hemos tomado algo antes de continuar con nuestro último día en Tokio. El plan continuar visitando la National Film Center, dónde suelen haber exposiciones y una tienda relacionada con el cine… pero la decepción ha sido llegar y ver que ambas cosas estaban cerradas… con lo que no hemos podido ver más que la entrada.Tren arriba y tren abajo, hemos continuado con el Museo de Fotografía de la ciudad , y ahí sí que ha habido más suerte. Ya la entrada es preciosa, con enormes fotografías de Doisneau, Capa o el fotógrafo japones Shoji Ueda. Nosotros vimos una fantástica exposición en la planta baja Conmemorando el 20 aniversario del Museo Kiyosato de Artes Fotográficas… una expo muy interesante, sin duda. Y tras comer… y ya cansados, la verdad, hemos cogido otro tren para acercarnos al barrio de Akihabara, cuna del manga, llena de tiendas de electrónica, videojuegos, anime, manga… en fin, luces, ruidos y aparatos por todos lados. Además hay cafeterías-restaurantes de ídolos de moda como el AKB48 Café o el Gundam Café… Nosotros teníamos pensado ir al museo del manga, al Tokio Anime Center… pero la verdad es que fue decepcionante: había una pequeña expo temática (desconocida para nosotros) sin ningún tipo de explicación en inglés… por lo que poco pudimos aprovecharla.Lo que sí hicimos fue dar una vuelta por la zona y ver la locura de sonidos y luces que hay por allí… pero no lo hemos alargado mucho. Estábamos cansados y hemos preferido ir a ducharnos y descansar un poco antes de cenar. Nuestra última cena en Tokio no podía ser, como podéis imaginar, otra cosa más que sushi, así que nos hemos dado un buen homenaje…
Mañana nos levantaremos y tres horitas de tren hacia Osaka, para hacer allí la última noche del viaje…