Y llegó el momento de hacer balance y cerrar el capítulo de Indonesia… Alguna vez me habéis escuchado decir que tengo sensaciones contradictorias… por una parte, durante el viaje me parecía que llevábamos mucho más de un mes, mientras que ahora me parece que los 34 días pasaron muy rápido. En cualquier caso mi recuerdo de este mes en Indonesia es simplemente inmejorable.
También recuerdo que antes de irnos a algun@s os comenté que igual viajar así no estaba hecho para mí, que eso de irme con una mochila con lo básico quizás no me gustaría… El balance ya lo sabéis: todo mucho más fácil de lo que pensaba y un reto personal superado que, todo sea dicho, con la ayuda de David fue sin duda muchiiiisimo más fácil. ¿El único problema? Que creo que engancha y ahora le doy vueltas a otros destinos… jejeje.
Un total de 11 vuelos nos llevaron a recorrer un país precioso e inabarcable por muchas veces que viajemos hasta allí. Nos quedan cosas pendientes por ver y el recuerdo de haber visitado juntos las lejanas tierras indonesias. Compartirlo con tod@sa través de este blog ha sido una experiencia preciosa: tanto desde allí con los mensajes y comentarios recibidos de los que nos leíais como una vez aquí, donde l@s más tími@s lector@s nos habéis revelado cómo seguíais a Ulises durante el mes de agosto. 3.000 visitas son muchísimo más de lo que esperábamos!!!
Ulises se va a descansar una temporada (ojalá no muy larga) y con él nosotros hasta la próxima, con el recuerdo de este precioso viaje inolvidable por la belleza milenaria del lejano Oriente Indonesio. Hasta la próxima!
Teresa
Ya de vuelta y casi sin tiempo para descansar hemos vuelto a la rutina. Para mi las vueltas siempre son un poco extrañas, me cuesta asimilar cómo es posible estar en la otra parte del mundo un día y en casa el siguiente. Viajar me abre los ojos, me recuerda que la vida es mucho más que nuestros respectivos microuniversos personales, me hace sorprenderme, adaptarme, aprender… y una cosa a mi entender muy importante, relativizar.
Estos 34 días han sido una gozada, tanto de cosas grandes como pequeñas. Inolvidable fue la experiencia del klotok y tener orangutanes a un metro, llegar a Borobudur, o ver el atardecer en Ulu Watu… pero también disfrutar de una cerveza en la playa de Kuta, coger una moto y perderse por caminos en tierras Toraja, o simplemente pasear un mercado de verduras cualquiera… hay tanto por descubrir y aprender.
Con tantos días siempre hay altibajos, pero me alegra recordar que ha habido muchos altos… y muy pocos bajos. La convivencia con Teresa ha sido realmente sencilla, su adaptación de 10 y además ha aguantado mi cabezonería de la mejor de las maneras, por lo que no puedo más que estar feliz.
Indonesia tiene muchas posibilidades. Un país inmenso con tanta variedad que más que un país estás descubriendo 3 o 4 a la vez. Nos han quedado cosas por hacer, pero no importa, nuestra intención no ha sido coleccionar nombres, sino disfrutar tranquilamente a nuestro ritmo los que hemos ido encontrando. No hemos cumplido nuestra ruta inicial, y ese era nuestro objetivo, adaptarnos a nuestras sensaciones y tomar decisiones sobre la marcha. Prueba conseguida.
Muchas gracias a los que nos habéis seguido, esperamos que os haya gustado. Nosotros nos lo hemos pasado muy bien haciendo el blog. Ahora ya pensando en alguna escapada corta y en próximos viajes. Por proyectos e ilusión desde luego, no será. ¡Hasta pronto!
David