Día 9-10: Pasamos de la inmensidad del Gran Canyon a la histórica Ruta 66!! 20/21-08-2017

Ayer nos levantamos pronto para llegar al Gran Canyon (al south Rim) a media mañana y así poder disfrutarlo durante toda la jornada.. El Gran Canyon se puede disfrutar en un solo día… o dedicarle varios haciendo diferentes rutas. Nosotros solo teníamos este día. Lo bueno es que está perfectamente preparado para que accedas a un montón de vistas maravillosas sin necesidad de mucho más. Entramos en coche por el este, así que llegamos nada más entrar a la impresionante Desert View. Ésta tiene una torre de vigilancia de 1932 con decoración de motivos indios muy chula y unos miradores impresionantes.

Desde ahí las vistas son brutales, y al ser las primeras que vimos, nos quedamos totalmente paralizado ante la inmensidad y gran belleza del cañon…

Allí, de repente, entre preciosas vistas, se fue oscureciendo el día…

…hasta que se puso a llover con relámpagos que parecían de película!! Por suerte nos pudimos resguardar hasta que paró un poco y prácticamente no nos mojamos.

Cerca del Desert View hay un montón de preciosas vistas, como el Navajo Point, el Moran Point o el Grand View Point. Es una delicia ir parando poco a poco para saborear toda la preciosidad de este mágico lugar mientras te diriges hacía la zona centro del parque.

Tras llegar al Market Plaza, donde comimos y esperamos mejor tiempo pues empezó a diluviar, pudimos continuar y, como hay un paseo-ruta genial de varios kilómetros que va bordeando el cañón hasta llegar al pueblo, decidimos hacerla en plan paseo relajado. Unos 6km en los cuales no paras de disfrutar de un paisaje que parece irreal, casi de cartón-piedra!!

No estamos seguros de que se pueda transmitir la inmensidad que es éste cañon ni explicándolo ni con las fotos, sin duda es algo que hay que experimentar!

Nosotros exprimimos la visita hasta el atardecer, viendo también la tienda del parque que es muy chula, y siendo conscientes de la suerte de tener frente a nosotros esta bella estampa. Al caer la luz, nos dirigimos al bonito B&B, en el pueblecito de Valle,  para descansar y prepararnos para el día de hoy, disfrutando parte de la mítica ruta 66 de camino a Las Vegas!!

Nada más salir del hotel, ya nos encontramos con una tienda-antigua gasolinera, con preciosos coches de época y mucho merchandising…

El primer punto importante que hemos visitado, ha sido Williams, un precioso pueblo en el que todo gira en torno a esta ruta. Con diners de película que te transportan a los años 50-60, gasolineras antiguas…

Coches y coches antiguos preciosos… museos vintage… y como no, Harleys Davidson por las calles y hasta Elvis!!

Sin duda tiene mucho de parque temático… pero a nosotros nos ha encantado.

La siguiente parada de la ruta ha sido Seligman, conocido como el cruce de Prescott, donde parece que te transportes en el tiempo a esos años 50, es uno de los lugares más típicos de la antigua ruta 66, con moteles, murales chulísimos…

…más coches de época, gasolineras, edificios típicos de pueblos delOeste…

…y mucha mucha ambientación. Muy preparado para el paso de los turistas, sí… pero con mucho encanto.

Siguiendo con la ruta, y después de comer, parada obligatoria es la antigua gasolinera, ahora abandonada, Huckberry. Este pueblo surgió con la fiebre el oro, pero una vez dejó de ser rentable quedó abandonado. Solo aguantó la gasolinera, que al construirse la nueva carretera también fue abandonada. Ahora, es una tienda de souvenirs y una especie de museo de la ruta 66 con muchos detalles interesantes.

Decir que a parte de estos lugares reacondicionados para el turismo, la ruta 66 tiene muchos lugares abandonados que muestran el desuso en que quedó al hacer la nueva interestatal 40… ahí se ve su aspecto más real…

Así, hemos ido disfrutando a lo largo del día de lugares de la ruta 66 hasta llegar a Kigsman, que presume de ser el corazón de la ruta. No hemos tenido tiempo de parar mucho aquí, ya que el día de coche ha sido largo, así que hemos dado por concluido este mini-tour siguiendo esta mítica ruta y nos hemos dirigido hacía Las Vegas!! Veremos lo que nos depara esta famosísima ciudad construida de la manera más irracional en medio del desierto…pero eso será a partir de mañana… :))

 

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Día 13: De Dunvegan Castle a emocionarnos viendo focas a escasos metros!! 19-08-2016

Hemos empezado nuestro segundo día en Isle of Skye con dos claros objetivos que cumplir, y hemos tenido suerte de que el día ha vuelto a salir bastante bueno, la verdad. El primero era dirigirnos una horita en coche (la isla no es tan pequeña como puede parecer),  hacia un bonito castillo, el Dunvegan Castle, hogar durante más de 800 años del clan McLeod que, además de estar emplazado en un magnífico lugar y tener unos preciosos jardines, tiene un embarcadero desde donde salen pequeñas barquitas para ver de cerca una colonia de focas.

Así pues, en casi una horita pues nuestro hostel está a la entrada de la isla, hemos llegado a este interesante castillo y la bucólica naturaleza que lo rodea.

Su costa es de una increíble belleza, y vale la pena tomarte tu tiempo para disfrutarla, sobretodo en un día como hoy, que no estaba nada mal.

El interior es bastante interesante y vale la pena dedicarle algo más de media hora a ver sus diferentes salas, pero no se pueden hacer fotos, así que si queréis verlo, tendréis que acercaros hasta allí… 🙂

Otra de las cosas que merecen atención y un tranquilo paseo son los jardines que lo rodean, en los que podemos encontrar preciosas y coloridas flores…

Pero sin duda, el plato fuerte (al menos para nosotros), era subir a esas pequeñas barquitas para no más de 6-7 personas y dar el paseo de media hora para ver la colonia de focas que vive cerca del castillo…

En pocos minutos la emoción nos ha invadido. Las bonitas y tranquilas focas aparecían a docenas, descansando plácidamente y mirando con curiosidad a la barca que se acercaba sin molestarlas…

No es que las fotos sean con zoom…no… es que las focas estaban realmente cerca!! A escasos 4-5 metros las veías relajadas, ajenas a cualquier estrés…

Además el barquero era un chico muy majo que nos ha ido diciendo cosas… como cual era la más mayor, una foca con el morro rojo que tendría alrededor de unos 30 años… nos ha señalado las crías, a las que no se podía acercar…en fin, una maravilla! Lástima que la media hora haya pasado taaan rápido. Aún con la boca abierta y los ojos como platos del momento tan especial, la barca ha emprendido la vuelta…

Así que, una vez todo hecho, y aunque se nos había hecho un poco tarde, hemos cogido el coche para ir a nuestro segundo objetivo: el Neist Point and Lighthouse, el punto más al oeste de la isla con un fotogénico faro y unas maravillosas vistas. Lo malo es que no estaba tan cerca como creíamos y la carreterita en algunos momentos no era demasiado buena, la verdad. Nos ha costado casi una hora llegar!! Eso si, las vistas al llegar valían la pena…

Nosotros pensábamos que con el coche llegaríamos hasta el faro, como hicimos el año pasado en la preciosa ruta de faros que hicimos en Maine (EEUU), pero no. La realidad es que hay más de 40 minutos de ruta, sencilla aunque con bastante pendiente, como tantos lugares aquí!

Además se nos ha puesto a llover un poco… pero nada demasiado molesto. Lo que sí que ha sido molesto, una vez más, son los midges!! Hemos cruzado alguna nube de estos desagradables mosquititos que casi te hacen perder los nervios… y eso que llevábamos repelente!!

Por suerte no ha sido demasiado y hemos podido disfrutar de la maravilla natural que es el Neist Point y su bonito faro, antes de coger el coche y prepararnos para una tiradita un poco pesada, ya que antes de cenar teníamos que salir de Skye y llegar al pueblo de Laggan, donde estaba nuestro alojamiento de hoy…

Desgraciadamente, todo el respeto que ha tenido el tiempo atmosférico en Skye nos lo ha perdido en el momento de salir, y esto se ha traducido en hacer tooodo el camino lloviendo y con niebla!!! En fin, hemos llegado al hotel… aunque un poquito cansados, la verdad… mañana más.

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Día 4: Naeroyfjord, visitamos un fiordo de ensueño. 10-08-2016

Ya con el coche alquilado desde ayer, hemos dormido en Voss, en un hostel a orillas de un lago. Por fin sale un día de sol así que las expectativas son buenas. Hoy puede ser un bonito día pues el plan es precioso, pero antes de salir desayunamos copiosamente y salimos a ver si el solecito es verdadero… 🙂

Voss es un lugar famoso por la práctica de un montón de deportes de aventura, pero nosotros solo lo hemos utilizado como lugar de descanso camino del Naeroyfjord, uno de los dos fiordos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, así que después de ver por fuera el enorme, caro y precioso hotel Fleicher’s, hemos empezado nuestra ruta.

Hemos salido sin prisa, sobre las 10, pues solo teníamos una hora de camino al fiordo, y en poco tiempo nos hemos encontrado esta bonita cascada, la de Tvindefossen.

Siguiendo camino, hemos decidido antes de llegar al fiordo, pasar por el mirador del Stalheim Hotel, famoso por ser un hotel de los históricos de Noruega, muuy caro, pero que te deja visitar su terraza sin problemas y sin consumir nada para disfrutar de una de las mejores vistas del país.

Realmente ha valido la pena esta subida que se desvía unos kilómetros de la carretera para ver este espectáculo…y. además se baja por una antigua carretera de muchísima pendiente (tramos del 18%), donde se ve también una bonita cascada.

De allí ya hemos ido directos a Gudvangen, donde coger el ferry. El fiordo va de Gudvangen a Flam, y se puede hacer en ambas direcciones. Se suele hacer coger el ferry (son 2horas) y se vuelve en bus (unos 25 min), y eso es lo que hemos hecho. Lo malo es que acababa de salir un ferry y el siguiente no ha salido hasta las 2!!! Así que nos hemos esperado, eso sí, disfrutando de unas bellísimas vistas y aprovechando para comer algo. Allí se puede pasear en kayak o ver algunos símbolos vikingos… pero hay poco más a parte de disfrutar de las vistas.

La espera no se ha hecho pesada, y finalmente hemos subido al ferry (250nok por persona). A partir de aquí, una maravilla difícilmente explicable con palabras…

Sorprendentemente había muy poca gente en el ferry… quizás por ser la hora de comer… quién sabe.

El trozo más espectacular es el que está cerca de Gudvagen (en nuestro caso el principio), por ser más estrecho, pero todo el trayecto es una maravilla con sus cascadas… sus casitas perdidas por las montañas…

…y ya llegando a Flam, nos hemos encontrado un enorme crucero con capacidad para miles de personas sin duda. La paz del lugar se ve truncada por hordas de turistas… (hablo como si nosotros no lo fuéramos…jeje).

La vuelta ha costado un poco, por el caos de gente y autobuses reinante en Flam, que ha hecho que fuera un poco lioso coger el bus de vuelta, pero con un poco de paciencia y preguntando hemos podido volver sin mucho problema.

Y una vez en el coche, era momento de hacer camino hacia el lugar donde ir a dormir, pues se nos había retrasado todo un poco. Eso sí, antes nos hemos acercado a un espectacular mirador, el Stegastein, una espectacular plataforma desde donde volver a disfrutar del fiordo…

Lo malo ha sido que el tiempo ya nos había respetado bastante y ha decidido ponerse a llover…

Pero lo hemos podido disfrutar y con esto completar este panorámico y precioso día en el que hemos disfrutado de uno de los lugares más bonitos del mundo. Después ya solo nos quedaba hacer un poco de carretera para llegar a dormir donde teníamos previsto, a Ovre Ardal. Nos hemos dejado un par de posibles cosas por hacer, pero el día no ha dado para más… y la verdad es que lo hemos aprovechado y disfrutado mucho. :))

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Día 2-3: Del infierno de Preikestolen a un paseo por Stavanger. 8/9-08-2016

Por fin llegó el ansiado día del Preikestolen. El día anterior por la noche ya vimos que las previsiones no eran nada halagüeñas… pero no teníamos otro día, estaba todo totalmente cuadrado y no había otra opción. Así que nos levantamos y, con un cafetito en la mano y una pequeña llovizna, empezamos el día con la esperanza de que mejorara… Así que cogimos el ferry (en el que había bastante gente esperando como nosotros, la verdad) contratando ferry+bus con la empresa tide para no ir buscando tickets.

En 25 minutitos de ferry más otros 25 de bus llegábamos al parking donde empezar las 2h de camino hacia nuestro objetivo… la lluvia era suave.

…y empezamos a subir. Disfrutando de inicio, a ratos dejaba de llover… pero cuando ya llevábamos una horita, la lluvia empezaba a no parar, y la niebla a aparecer….cada vez más, la verdad.

La lluvia no era fuerte y las chaquetas y las botas aguantaban muy bien, así que a parte de la creciente preocupación de no ver nada allí arriba, todo iba bien… pero cada vez llovía más, y empezaban rachitas molestas de viento.

El último tramo se hizo cada vez más y más pesado…los pantalones los llevábamos ya chopados, la cara y las manos bastante mojaditas, y el viento daba por saco cada vez más. Empezaba a ser un infierno y aún faltaba llegar y la bajada.

No negaremos que sentimos cierta alegría de llegar y ver al menos el acantilado…pues teníamos hacía rato clarísimo que el fiordo y las vistas que buscábamos no las íbamos a encontrar… Esto que muestro es lo que queríamos y habíamos planteado ver…

… pero por desgracia esta foto no es nuestra… pues nosotros no pudimos ver más que esto…

En poco más de 10 minutos emprendimos el camino de vuelta, pues el viento iba aumentando su intensidad y teníamos ya algo de frío. La chaqueta empezó ya a calar un poco… pero lo que ya si que caló completamente fueron las botas de montaña, por lo que acabamos por no preocuparnos de evitar charcos: nuestros pies nadaban dentro de nuestro calzado!!!

Lo peor, sin duda, fue el viento fuerte que ya no dejó de acompañarnos y que hizo muuuy molesta la bajada. Al llegar al parking hicimos lo que pudimos, pero no teníamos prácticamente nada seco. Por suerte el bus no tardó en salir, después vino el ferry y ya entumecidos por el frío acabamos llegando a Stavanger y al hotel… La ducha con agua caliente fue una de las mejores sensaciones de nuestra vida!!! Y la tarde la pasamos recogidos y calentitos, mientras el mal tiempo seguía en esta, para nosotros, poco hospitalaria ciudad.

Para decir la verdad, no es una caminata muy exigente, está al alcance de casi todo el mundo, pero desde luego, con mal tiempo no tiene mucho sentido hacerla, ya que el objetivo es disfrutar de unas vistas preciosas, y si hay niebla es imposible verlas…

Hoy ha amanecido un poco mejor, pero sigue nublado y con viento. Teníamos la mañana para pasear por Stavanger y así lo hemos hecho, aunque el tiempo ha seguido sin acompañarnos mucho… parece increíble que estemos en agosto!!!

La ciudad tiene dos o tres cositas que disfrutar, así que para una mañana era perfecto. Lo primero que hemos hecho ha sido ir a Gamle (antigua) Stavanger, una serie de calles adoquinadas con preciosas casas de madera engalanadas, de finales del S.XVIII.

Una verdadera gozada pasear por estas calles de cuento con muchas casas adornadas con bonitas plantas y flores. Sorprendente ha sido, que en medio del paseo nos hemos visto un enorme crucero que sobresalía mientras mirábamos un bonito jardín…

Paseando nos hemos cruzado con el interesante Museo de la Conserva,situado en una auténtica antigua fábrica de conservas, que explica perfectamente su funcionamiento y su importancia en la ciudad, ya que en 1922 esto generaba el 50% del trabajo de esta ciudad. Bien vale darle un vistazo con tranquilidad!

Hemos alargado el paseo por este bonito barrio…

…hasta que finalmente nos hemos bajado al puerto.

Lástima que el tiempo haya seguido sin acompañar. No ha sido el inicio perfecto, la verdad. Cansados del molesto viento hemos hecho tiempo comiendo y tomándonos un café calentito que nos pedía el cuerpo y ya de camino a la estación de autobuses para ir al aeropuerto, hemos pasado por la torre, la iglesia-catedral y un bonito lago con sus cisnes y todo.

Y con esto, prácticamente, hemos cerrado nuestra triste visita a Stavanger y el Preikestolen. Aún queríamos hacer otra cosa, pasear una playita y ver las famosas espadas vikingas Sverd i fjell, pero se nos han ido las ganas, la verdad, y lo máximo que hemos hecho ha sido pasar por allí y verlas…

Una vez en Bergen, con un vuelo cómodo y tranquilo, eso sí, hemos recogido rápidamente el coche de Europcar (contratado en rentalcars) y hemos llegado a Voss sin problemas.

Seguimos el plan perfectamente planeado, lástima que el tiempo no nos haya acompañado, pero eso no depende de nosotros. Esperemos que se porte mejor mañana, que vamos directos a otro de los lugares más preciosos del viaje: el fiordo de Naeroy. :))

 

 

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Día 9: De Magome a Tsumago, viajando en el tiempo por la ruta Nakasendo. 14-08-2014

Nos despertamos en el precioso y pintoresco pueblo de Magome, en pleno Valle del Kiso, con el sonido de la lluvia… la bonita ruta entre bosques de montaña peligraba. Por suerte, en un rato ha parado y, aunque seguía bastante nublado, hemos decidido hacerla, ya que teníamos muchas ganas de disfrutarla. Decir para los que se animen a hacerla alguna vez, que la oficina de turismo ofrece un servicio para llevar el equipaje de Magome a Tsumago por el módico precio de 500Y, por lo que puedes hacer la ruta y recoger en el otro pueblo el equipaje para no tener que volver…Eso hemos hecho nosotros, así que a las 8 y media (cuando abre) hemos dejado las mochilas, hemos visto un poquito más de pueblo y comido un bollo típico, creo que se llama Nikuman, que puede estar relleno de diferentes cosas, aunque este era de calabaza.…y nos hemos puesto en camino. Decir que la ruta Nakasendo es una antigua ruta entre Edo (la antigua Tokyo) y Kyoto que solo se podía hacer a pie. Hoy en día quedan pocos tramos, pero quizás el más bello y famoso es este que hemos hecho hoy, entre Magome y Tsumago…La ruta desde Magome es más sencilla, tiene una subida inicial pero después de algo más de un par de kilometros durillos, se llega a la parte más alta y ya solo queda bajar entre el bosque hasta llegar a Tsumago y completar los casi 8 kilómetros. Llamativas son las campanas que van apareciendo a lo largo del camino… ¡¡¡y las señales de cuidado con los osos!!! Parece ser que las campanas se han de hacer sonar para, de esa manera, los osos no se acerquen… así que nosotros no hemos dudado en hacer un «concierto» cada vez que veíamos una…jejeA lo largo de la ruta también te encuentras con alguna casa (antigua posada del camino) con detalles de lo más pintorescos… A lo largo del camino se pueden encontrar ,por ejemplo, algunas cascadas o ¡un precioso cerezo de más de 250 años! La verdad es que hemos tenido suerte porque, aunque estaba nublado, no ha llovido en casi toda la ruta y la temperatura durante el camino era ideal por este precioso y tupido bosque… y encima hemos ido prácticamente solos durante todo el camino.Además todo el camino está perfectamente señalizado en inglés por lo que no tiene pérdida…Llegando ya a las primeras casas del pueblo de Tsumago ha sido cuando ha empezado a llover más fuerte… hemos tenido que apretar el paso y resguardarnos a duras penas con un único paraguas, por lo que hemos llegado «un poquito mojados»… bueno… un poco más… …pero tras llegar a la oficina de turismo (lugar donde recogeríamos después las mochilas), hemos ido a comer algo y a cambiarnos de camiseta. Con eso, nos hemos quedado como nuevos y bien contentos del día…Lo más típico es ésta especie de piruleta llamada gohei-mochi, que en realidad es arroz frito con una salsa de soja y nuez que estaba muy bueno…y claro, la hemos probado. :)) Y, tras esto, como es normal, hemos dado una vueltecita por este pintoresco y encantador pueblo (Tsumago), muy parecido a Magome, la verdad, pero sin esa enorme cuesta en la que esta este último. Tiendecitas de artesanía, casas de madera…y aquí sí, unos cuantos turistas paseando. Bueno, y unas vistas preciosas de las montañas que hoy estaban llenas de nubes…
Un día precioso y fresquito, que se agradece después del calor que estamos pasando casi todos los días, la verdad. 

Para irnos, el valle se ha despedido con un buen chaparrón… y a partir de ahí, un bus nos ha llevado a un pueblo a 10min (Nagiso) donde hemos cogido un tren… que ha enlazado con otro… hemos llegado a Nagoya, que es una ciudad ya grande, y de ahí…¡¡¡ tren bala a Tokio!!! Sí… hemos llegado a Tokio, reventados e ilusionados… mañana será momento de verlo y contarlo, ahora, vamos a descansar… :))

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Día 5: Tras el paso del tifón… no se nos ha quedado mal día en el mercado!! 10-08-2014

Bueno… el día ha amanecido gris… vamos… más que gris, negro. Diluvio que se veía muy bien desde las ventanas del hotel y de su cafetería, donde hemos desayunado tranquilamente. Las perspectivas eran estar todo el día casi encerrados así que nos hemos tomado nuestro tiempo, sin prisas. El caso es que sobre mediodía parecía que la lluvia ya no era muy fuerte, así que hemos decidido ir a comer a un famoso local Ippudo, para probar sus famoso ramen y sus gyozas (¡¡una empanadillas japonesas deliciosas!!). Antes de salir, hemos estado hablando con Maite, una agradable mujer de Barcelona con la que ya coincidimos un poco ayer, y que se ha venido a comer mientras comentábamos nuestras vivencias.

 Ya hemos probado 3 ramen en este viaje… sí, es sopa de fideos… ¡¡pero una delicia y los tres eran diferentes!!

Ya con el estómago lleno hemos salido y, a pesar de los nubarrones, no llovía mucho, así que hemos aprovechado para acercarnos al Mercado Nishiki, considerado la despensa de Kioto.

La cantidad de puestos es impresionante, una delicia para los sentidos con sus productos raros, olores, alimentos cocinados, cuchillos…vamos, de todo. ¡¡Y lo curioso es que no había ni una mosca!! Esta primera foto, por ejemplo, son infinidad de apoyaderos para los palillos. ¡Los había de increíbles formas y colores!

Otras cosas, como esta foto que viene a continuación, no nos preguntéis exactamente qué es… creemos que eran pepinos con una salsa que los recubre… pero vamos, ni idea..

¿Y que me decís de esta especie de piruleta de pulpitos rojos rellena de un huevecito?

También había puestos con sus incómodas y duras sandalias de madera… o unas monísimas cajas con motivos japoneses de frutos secos…

La verdad es que ha sido una gozada. Y claro, no podían faltar las tiendas de cuchillos japoneses… lástima que el precio de los más baratos no bajara de 90€ … y se me fuera de presupuesto, si no me hubiera comprado un par. Espero no arrepentirme cuando haga mis pinitos con el sushi en casa… 😛

Una vez acabado el mercado se une con unas galerías comerciales, así que hemos seguido paseando y nos hemos encontrado con un bonito templo donde el animal-deidad era un toro…

Por cierto, ya sabemos para qué son los papelitos enganchados que hay en los templos. Resulta que en todos ellos predicen el futuro. Para ello, coges un bote con muchos palos y sacas uno. Cada palito de madera corresponde a un posible futuro (hay un montón en cada bote, no se si 50, 70 o 100..). Parece ser que papelitos a veces son muy duros, así que los que reciben un futuro malo, enrollan el papel y lo cuelgan para que el dios del templo sea condescendiente y se lo arregle… así que, parece que tienen solución…jeje

Otro «momentazo» de hoy ha sido al entrar en una especie de recreativos donde se ve a los japoneses en su verdadera salsa. ¡Hay que ver como disfrutan! La primera foto es de un curioso mini-estudio donde nos hemos colado y no sabemos muy bien qué hacían dentro. Parecía una especie de maquillaje fotográfico… o quién sabe!

La tarde ha dado para mucho… y ante la imposibilidad de ponernos un kimono cada uno… Teresa y yo hemos hecho un poco de trampa… eso sí, con abanico y todo!

Y… aunque no teníamos templos en mente, casi nos hemos chocado con uno con una imagen preciosa. Desde luego ha sido una suerte, casi podemos decir que nos ha encontrado él a nosotros.

Como podéis ver, la tarde ha dado para bastante. Incluso relacionarnos con unos japoneses con ganas de hablar que han recurrido al «manido» tema del fútbol para comentar nuestras preferencias internacionales. Sí, como casi siempre, se sabían los nombres de jugadores del Barça… Por cierto, esta foto es del río y del impresionante torrente de agua que pasaba. Parece que el tifón ha soltado unos litritos más arriba y debe de ser serio porque hay un paseo por la orilla y estaba prohibido el paso…

El día ha empezado mal… pero se ha ido arreglando hasta el punto que, al volver al hotel a ducharnos hemos tenido una gran alegría al saber que ¡¡¡una de las mochilas está en Osaka!!! Sí, teníamos un mensaje avisándonos de que la verde, la de David, está ya muuy cerca. Teresa aún tendrá que esperar un poco… Así que esperamos tenerla mañana. Y para celebrarlo, ¡que mejor que un sushi!

El otro día ya descubrimos esta barra japonesa donde los cocineros te van haciendo el sushi en el momento, con el pescado a la vista. Es una gozada sentarse en la barra e ir pidiendo al gusto, así que eso es lo que hemos hecho. El restaurante, Tsukiji Sushisei.

Estas son las primeras piezas que hemos tomado… :))

Y para acabar, parece que los que estaban sentados a nuestro lado celebraban algo porque han invitado a bebida a todos los cocineros, y cada uno de ellos ha ido a agradecérselo con mil y una reverencias… si es que estos japoneses son «muu educaos»!!!! Por cierto, a nosotros también nos han preguntado que bebida queríamos y nos han invitado, así que hemos hecho un par de reverencias también y unos cinco «thank you»…jeje

Mañana parece que saldrá buen día, así que a ver si podemos hacer todo lo planeado… seguiremos informando.

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Día 4: Del Pabellón Dorado, una geisha…¡y la llegada del tifón Halong! 09-08-2014

Ayer nos acostamos lloviendo… y hoy nos levantamos igual!!! La sorpresa ha sido cuando nos hemos enterado de que la lluvia es algo más que una tormentita sin importancia… ES UN TIFÓN!!!!! :O En fin, no hemos recibido mucha más información… pero el plan de hoy, que era irnos a visitar Nara, no lo hemos visto claro hasta disponer de más datos.

La lluvia caía… pero no parecía para tanto, así que hemos decidido aventurarnos e ir hacia el famoso Pabellón Dorado (Kinkaku-ji) para visitar éste y dos o tres templos más que hay importantes por la zona. La mejor manera, en bus (500Y el pase diario, que sale a cuenta pues el simple vale 230Y). Un conductor muy majo con su mascarilla y guantes blancos nos lo ha vendido sin problemas. 😛

Una media hora larga hemos tardado en llegar al templo… y la lluvia a su ritmo, claro. Y como bien sabía el «señor Murphy» no era suficiente que lloviera y que no tuviéramos más que sandalias por haber perdido las maletas… no… en cuanto hemos llegado a la entrada del Templo, el tifón se debe de haber sentido menospreciado y ha empezado a «darlo todo» allí mismo… o al menos eso nos ha parecido a nosotros que en un momento estábamos calados hasta los huesos!!

Aún así, hemos decidido entrar, junto con una horda de paraguas, y en un momento, entre empujones y agua, estábamos frente al precioso monumento, retiro del sogún Ashikaga Yoshimitsu construido originariamente en 1397 y reconstruido completamente en 1955 recubriéndolo con láminas de pan de oro.

 

Sin duda un lugar precioso, con su lago rodeándolo, sus tablillas personalizadas y sus lugares fetiche…

Lástima no poder disfrutarlo con más calma. Se nos ha quedado una sensación amarga ya que el lugar es mágico…

Pero no lo hemos podido alargar demasiado. La idea de seguir de turismo se ha ido evaporando a cada paso con los pies fríos y mojados…

…así que hemos decidido ir a la Estación de Kioto para dar un vistazo al imponente edificio y, resguardados, comprar alguna cosa en los grandes almacenes que tiene antes de comer.

Sus grandes almacenes han resultado ser de tooooodas las marcas caríiiiiisimas que te puedes imaginar. Diez plantas de cosas… y ni una hemos encontrado que nos valiera, todas con precios prohibitivos. Así que en la planta 10, nos hemos dirigido a la famosa zona de ramen. Un curioso lugar con 7 restaurantes específicos de esta deliciosa sopa. Lo curioso es que tienes que comprar los tickets fuera del restaurante, en una máquina, y después hacer cola hasta que puedes entrar… y menos mal que hay dibujitos, porque entender lo que se dice entender… ni palabra!!!!

Hemos tardado un poquito en entrar… pero ha valido la pena!!! Esto que os mostramos a continuación nos ha recargado las pilas!!!! :))

Lo próximo era buscar un lugar donde comprar a precio asequible, así que preguntando nos hemos enterado de que a poca distancia estaba el Aeon Mall, un centro comercial normal donde finalmente hemos podido comprar algo de ropa!!! Recordar que seguimos sin repuestos… y el futuro cercano pinta mal… :((

Increíblemente, después de descansr un poco en el hotel, la intensidad de la lluvia ha bajado mucho hasta casi parar, así que nos hemos puesto en marcha hacía el barrio de Gion en busca del barrio de Ponto-cho, con tradicionales edificios de madera y faroles colgantes que recrean el ambiente del antiguo Japón… y uno de los 5 barrios de geishas de Kioto!!

La verdad es que las calles son preciosas, tienen un gran encanto que crece cuando va cayendo la noche y se iluminan los farolillos.

Lleno de callejones, cada rincón es una sorpresa por descubrir…

…y en una de esas hemos tenido premio!!!! Algunas calles nos avisaban de su presencia pero …finalmente…¡¡Hemos visto una geisha saliendo de casa!!

Y al cruzárnosla de cara, he podido inmortalizar este maravilloso y especial momento… :))

¡Ha sido genial! Pero por más que hemos callejeado, ya no hemos visto más.

Ya casi habíamos olvidado lo del tifón cuando una mujer francesa se ha puesto a hablar con Teresa y nos ha dejado helados. El tifón Halong es equivalente a un huracán de nivel 1 y  su ojo pasará mañana por Kioto por lo que los comercios están avisados para mantenerse cerrados todo el día!! Parece que esto va a ser algo más que una tormentita, y lo peor está por llegar. Lo que confirma que este viaje tiene imprevistos cada dos días… veremos como se va desarrollando todo. Nuestra excursión de mañana vuelve a posponerse y los planes iniciales saltan por los aires cada día… así que nos lo tomaremos con calma e iremos haciendo lo que podamos.

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Día 3: Por Kyoto de templos, jardines, kimonos… ¡¡¡y una paella!!! 08-08-2014

Hoy nos hemos levantado sin ropa limpia… pero con fuerzas renovadas. Contentos, hemos salido de nuestro hotel después de haber dormido de lujo. Desayuno sencillo y últimos detalles de la ruta a hacer. La verdad es que las posibilidades son inmensas en esta ciudad, así que hemos decidido ir a una zona que nos venia relativamente cerca, el sur de Higashiyama, y hacer una ruta aconsejada por la Lonely Planet para ver lo mejor de esos lares.

Ya de camino por una amplia y bonita avenida, nos ha llamado poderosamente la atención dos cosas. Una, la música ambiental que había en la calle con música clásica. Pensábamos que sería en un trozo… pero no!!! la tienen en toodas las calles!!! :O Y lo segundo, el poquísimo ruido que había. Esta claro que la mayoría de los coches son eléctricos… que la gente es silenciosa… sí sí… lo que sea… pero resulta muy llamativo!!

En cuanto mirabas a una calle fuera de la avenida, las calles pintorescas se sucedían…

…y así, nos hemos acercado al primero de los templos del viaje, Kenin-ji, el templo zen más antiguo de Kioto y un remanso de paz y tranquilidad

Nada más entrar, encuentras unas fabulosas pinturas del periodo Edo de los dioses del viento y del trueno…

Y a partir de ahí, unas deliciosas y diáfanas salas por las que pasear que dan a preciosos jardines zen.

…y alguna pintura de un japonés con aparentes malas pulgas…jeje

Además, en un edificio al sur, se encuentra esta fantástica pintura mural de dos dragones.

Al ser el primer templo, lo hemos tomado con calma, y en la parte exterior hemos visto, aunque pequeño, el primer tori..

…pero no hemos olvidado lo mucho que había que ver, así que con un calor que empezaba a apretar, nos hemos puesto en camino y no hemos tardado en ver mujeres con vistosos kimonos como ropa de calle… además de alguna tienda que los vendían.

Por suerte, para el agobiante calor los japoneses tienen solución, ya que en casi todas las calles, hemos vistos maquinas de bebidas diversas a un módico precio… aunque a nosotros de momento, nos apetecía agua!!

Dirigiéndonos hacia las colinas de Higashiyama, hemos paseado preciosas calles alrededor de la Yasaka Pagoda.

Hasta llegar a Kiyomizu-dera, templo budista Patrimonio Mundial al que se llega tras la empinada Chawan-zaka (calle de la tetera), lleno de tiendas de comidas y souvenirs a ambos lados.

Con una gran terraza que sobresale por encima de la ladera.

Además, hay un santuario, el Jishu-jinja, donde los visitantes buscan tener suerte en el amor, o saber de su futuro de diferentes maneras por unas monedas, eso sí. Aquí vemos a Teresa haciéndose una foto con Okuninushi, el dios del amor… y yo lavándome las manos en una de las muchas típicas fuentecillas que hay para ello.

Un complejo de templos impresionante, sin duda.

Con un calor sofocante hemos ido bajando la colina y nos hemos encontrado con este extraño templo… no nos preguntéis de que es porqué no tenemos la menor idea.

Y este calorno podía provocar más que una cosa… un delicioso granizado!!! Este, de mango…mmm….

El día ha sido un no parar!!!!  Antes de comer aún hemos visto el memorial a los muertos en la 2ºGuerra Mundial (Ryozen Kannon), con su enorme figura de 24m…

…y el templo budista Kodai-ji, con sus preciosos jardines, sus templos y un bosquecito de bambú.

Comer hemos comido tarde… la verdad. Pero hemos disfrutado de nuestro primer ramen!!!

Y con unas pocas fuerzas más, aún hemos visitado dos lugares más, el santuario Yasaka-jinja con sus rojos colores y un bonito tori…

…y la joyita final, Shoren-in, residencia de un abad supremo budista tendai con una bonita sala principal y, sobretodo un maravilloso y tranquilo jardín en el que hemos descansado los pies, ya maltrechos, la verdad.

Contentos y felices, pero reventados, hemos hecho camino hacia el hotel, comprando algo de ropa, pues la que llevabamos daba pena, y hemos visto esta curiosa tienda que en seguida nos a recordado a Gloria (la madre de Teresa) y su amor a los gatos… 🙂

La ducha y el descanso han sido increíblemente placenteros… ¡QUÉ GUSTO DA DESCANSAR DESPUÉS DE UN DÍA ASÍ!!

Por último, decir que mi abuelo ya me avisó… me dijo que para qué iba tan lejos si seguro que aquí comían también paella… y mucho me he acordado de él cuando, buscando un lugar para cenar, nos hemos topado con esto…

…si es que… ¡¡¡CUÁNTO SABEN NUESTROS MAYORES!!!! jajaja

Cenita de sushi que no hemos documentado y chaparrón espectacular por las calles de Kioto… de las maletas.. ¡¡nada se sabe!! Y hoy nos empieza a preocupar un poco… veremos si mañana tenemos una alegría. Ahora con los pies hinchados, nos vamos a dormir. :))

 

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Día 7-8: De las Cuevas Skocjan a la dureza de un campo de concentración antes del regreso. 27/28-4-2014

Último día y medio de este intenso viaje en el que hemos aprovechado al máximo el tiempo. Salimos de Ljubliana prontito porque queremos visitar unas inmensas cuevas que hay a casi 45min en coche, las Cuevas Skocjan, Patrimonio de la Humanidad desde 1986. Unas increíbles grutas con unos 6km de pasajes subterráneos a más de 200metros de profundidad y con una inmensa cámara con 146 metros en su zona más alta… La verdad es que el precio de la entrada (16euros) es caro… pero es una experiencia alucinante por el interior de la tierra. Una vez sales, llegas a un desfiladero verde y frondoso del que subes a través de un teleférico.

Sin duda una visita muy recomendable en el suroeste del país…

Una vez visitadas estas cuevas, nos hemos dirigido hacía Piran, un bonito pueblo pesquero del estilo de Rovinj (Croacia), que visitamos el primer día. La intención era esa, porque antes de llegar a empezado a llover y llover… y llover y llover… vamos, que nos ha hecho un día de perros!!! Hemos comido en una buena trattoria, eso sí, con la ilusión de que la lluvia parara… pero no ha habido suerte!

Al final, viendo que no podíamos hacer nada y que la predicción era a peor, hemos decidido tomarnos un buen capuchino e ir a Trieste para buscar alojamiento allí y estar más cerca del aeropuerto.

Nos ha costado un poco encontrar alojamiento, no parece sencillo en Trieste y, además hemos visto algunos bastante lamentables… así que al final hemos encontrado una joyita, el Palazzo Panfilli, un genial alojamiento, amplio y elegante, y no lo hemos dudado. La lluvia seguía, así que hemos decidido descansar un rato y ir a cenar a un japonés muy correcto y nada caro que había en los alrededores….

Hoy el día no ha amanecido mucho mejor… pero aún hemos tenido suerte y hemos podido hacer las dos cosas que queríamos antes de dirigirnos al aeropuerto. Lo primero dar una vuelta por el centro de Trieste, con una piazza que merece un buen vistazo, laverdad…

…y posteriormente ir a la Risiera de San Sabba, un campo de concentración nazi que hubo aquí y que se ha convertido en un Museo de obligada visita para no olvidar las barbaridades que el hombre puede llegar a hacer… en tanto en cuanto seamos conscientes de estas atrocidades, seremos capaces de evitarlas…

Ya el pasillo de entrada te coloca en situación… lo que vas a conocer es crudo… duro… frío…

Su patio sobrecoge. Pensar que esto era un campo de exterminio con su crematorio te encoge el alma… al igual que las salas de las celdas.

Esta es conocida como la sala de las cruces, donde los presos esperaban para ser deportados a Dachau, Mauthausen o Auschwitz.

Todo sobrecoge. Te deja serio, sin palabra, con mal cuerpo. Es un mal trago muy constructivo, creo que conocer todas estas cosas te hace crecer y son necesarias. Es estúpido mirar hacia otro lado por que sea duro… más duro fue para todas las víctimas… Me llamó mucho la atención la carta a su familia de un preso a punto de ser ejecutado… es para coger aire.

Ha sido un final de viaje un poco extraño, la dureza de un museo como este debería de ser de visita obligada… pero no es fácil, claro que no. Qué sirva esto un poco de homenaje a estas pobres personas para que no se les olvide…

Después de esto no hemos tenido tiempo para más… era hora de coger el coche en dirección el aeropuerto, que está a algo más de media hora de Trieste, para ya volver a casa. Ha sido un viaje intenso, queríamos hacerlo tranquilo pero hemos acabado llevando un ritmo bastante alto, pero los lugares visitados han sido fantásticos. Plitvice sin duda ha sido la «joya de la corona» .. pero Ljubliana me ha parecido una maravilla, Rovinj un pueblo encantador, Zagreb una ciudad con encanto, Bled es como meterte dentro de una postal… en fin, muy contento. Aquí finaliza este viaje… y por tanto, empieza el próximo, que no sé dónde será… 🙂

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Día 5: Último vistazo a Zagreb antes de descubrir la bella Ljubliana. 25-04-2014

Nos levantamos en Zagreb con ganas de darle una vueltecita más antes de dirigirnos ya a Ljubliana, y la insistente lluvia no va a ser impedimento para ello. Dejamos todo arreglado en el fantástico Chillout Hostel y ¡¡a andar ataviados con nuestro chubasquero!! El plan andar un poco, acercarnos al bonito edificio del teatro, hacer algunas fotitos al transporte por excelencia de Zagreb, el tranvía, y zambullirnos en la bulliciosa vidilla del Mercado Dolac.

El tranvía es el transporte más cómodo y funcional de Zagreb, pues tiene 15 líneas con una frecuencia muy alta que facilitan el transporte a cualquier lado de la ciudad. Sin duda, un símbolo de la capital croata. Además es curioso ver como se combinan modernos tranvías con algunos antiguos que te transportan a otras épocas…

Aunque la lluvia no ha cedido, nosotros nos hemos acercado a ver de cerca el imponente edificio del Teatro Nacional, edificio neobarroco de 1895 inaugurado por el Emperador Francisco José II, donde han actuado un gran número de famosos artistas y músicos.

Una vez visto, nos hemos ido directos al Mercado Dolac, con sus decenas de puestos rojos con frutas, verduras, flores… una delicia para los sentidos! Además allí hemos visto alguna mujer ataviada con vestidos tradicionales y algo de artesanía…claro.

 

Casi sin darnos cuenta se nos han hecho las 12, así que nos ha tocado volver rapidito a recoger las cosas, pues el checkout del hostel era a esa hora. La lluvia no nos ha dado tregua, así que como estábamos un poco mojados, nos hemos hecho un cafetito (hay que decir que el café de Croacia nos ha parecido muuy bueno!!) antes de hacer camino.

Llegar a Ljubliana nos ha costado poco más de 1 hora, ya que la autopista es fantástica, por lo que en un visto y no visto entrábamos en la capital eslovena. De nuevo hemos acertado con el alojamiento, el hostel Vila veselova es genial y está a unos 10min del centro histórico.

Ljubliana ha sido uno de los grandes descubrimientos del viaje. Esta pequeña ciudad transmite encanto por todas partes. Sus verdes parques, sus incontables terrazas, sus bicis, unos edificios preciosos, iglesias, su río como eje central y un fotogénico castillo, hacen que te enamores de ella.

El edificio de la universidad es, sencillamente, una preciosidad…

Su famoso Puente Triple, enlaza la plaza Central con la zona del Ayuntamiento…

…y muy cerca de allí te puedes encontrar este precioso edificio Art Decó.

Con la Iglesia de la Anunciación, conocida también como la iglesia rosa, a escasos metros.

Como el Castillo llama la atención, hemos decidido subir, así que mientras nos acercábamos al funicular, hemos ido paseando a orillas del río.

…e incluso nos hemos encontrado una curiosa tienda de licores eslovenos.

Del Castillo… a ver… decir que todo lo interesante que parece desde abajo, lo pierde arriba. Subir con el funicular más la entrada cuesta 8 euros, sin duda un precio excesivo para lo poco que hay que ver allí. Unas torres, una plaza de armas convertida en plaza de varios restaurantes modernos (por lo que pierde todo su encanto)… y poco más. Lo único verdaderamente destacable es que se puede subir a la torre más alta y desde allí hay unas vistas fantásticas… cada cual que piense si vale la pena pagar ese precio por unas vistas… y poco más, la verdad.

Estas son las vistas que se pueden disfrutar…

Un poquito cansados de tanto ajetreo…y con la garganta seca, era el mejor momento para hacernos unas cervecitas autóctonas en una de las muchas terracitas a orillas del río… eso sí, antes hemos pasado por el famoso Puente de los Dragones.

Y hemos aprovechado para escribir alguna que otra postalita…

Entre cerveza y cerveza se nos ha ido haciendo de noche, pero el ambiente de las terrazas era fantástico.

De vuelta al hostel, aún hemos podido ir viendo el bonito centro histórico iluminado… que también vale la pena.

Y con esto hemos cerrado un día muy pero que muy completito. La verdad es que hemos vuelto reventados, pero sin duda muy contentos de haber aprovechado taaan bien el día. Mañana repetiremos noche aquí, y durante el día tenemos previsto visitar un precioso pueblo con un lago y un castillo, Bled. Mañana más!! Ahora a descansar… 🙂

 

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