Después del día de ayer nos hemos tomado el domingo con un poco más de calma, y hemos empezado el día dando un agradable paseo por el Spitalfields Market, ya que está justo al lado de nuestro hotel. El día ha amanecido muy frío pero soleado y precioso como se esperaba, así que abrigados para andar y buscando el solecito nos hemos puesto en camino.
El mercado es agradable para pasear y ver puestecitos… algunos realmente curiosos, otros de ropa un poco hipster… vestiditos…en fin, muchas cosas, pero la verdad es que si no vas con ganas de comprar, en un rato está visto.
Así que nuestro siguiente objetivo ha sido dirigirnos hacía St. Paul’s Cathedral, eso si, disfrutando antes de las vistas del enorme «supositorio», el rascacielos Gherkin, que, aunque símbolo de Londres, fue vendido a un multimillonario brasileño… curioso, no?
Y de camino… pues nos hemos hecho alguna fotito típica, claro…
La cúpula de la enorme catedral anglicana de St.Paul, la segunda mayor después del Vaticano, impresiona ya desde lejos. Aparece poderosa a medida que te vas acercando y no puedes dejar de admirar su belleza. No pensábamos entrar, pues el precio son 15 libras!!!! Pero por suerte, hoy es domingo y, aunque no está toda abierta al público ¡¡se puede entrar de manera gratuita!! Así que no hemos dudado en disfrutar un poco de lo bonita que es también por dentro.
De la Catedral al Millenium Bridge hay poco más de 5 minutos, y allí hay unas bonitas vistas del Támesis, está el Tate Modern , hay unas maravillosas vistas de la ya nombrada Catedral… y está al lado del Shakespeare Globe Theatre…
Nosotros hemos dudado entre entrar al Tate o al Shakespeare’s Globe Theatre… y al final nos hemos decantado por el segundo, una reproducción del teatro de 1599 en el que Shakespeare interpretó algunas de sus obras, que en la actualidad se representan también. La visita no es barata, son 13,50 libras, pero a nosotros nos ha parecido muy interesante ver como eran los teatros de esa época, y se hace con un guía que te explica muy bien la historia y los entresijos de aquel teatro.
A partir de aquí hemos empezado a tener mucha hambre… y ya sabéis que con eso no se juega, jeje. Hemos dudado en hacia donde dirigirnos, pero al final hemos decidido aguantarnos un poco e ir a comer a alguno de los puestos de comida de Camden. Un tren por aquí… un transbordo por allá… y sin muchos problemas hemos salido en el pintoresco, extravagante y abarrotado Camden Town.
Tiendas extrañas, banderas de todos los países, ríos de gente, montones de tiendas de camisetas, de souvenirs, de comida…el canal Regent’s…restaurantes… todo es posible en Camden…
Lo mejor es dejarse llevar por el gentío y explorarlo sin rumbo fijo…
Eso si, el frío y la humedad penetraba hasta los huesos, no podías quedarte parado un momento, así que cuando la luz se ha ido, no hemos tardado en dirigirnos hacía el metro, haciendo alguna fotito más y viendo un interesante mural de John Lennon.
Pensando en hacer aún una última cosa, nos hemos ido a «cotillear un poco» a los archiconocidos grandes almacenes Harrods, pero la verdad es que la aventura nos ha durado poco. El ambiente era el esperable, mucha gente curioseando, algunos precios desorbitados de todo… postureo a diestro y siniestro… y una horrible «escalera egipcia» que daba vergüenza hasta fotografiar.
En fin, mucho «glamour» antes de volver hacía nuestra zona a tomarnos una cerveza en un típico pub antes de ir a cenar un Pho a un genial restaurante vietnamita que hemos encontrado.
Por hoy nada más, se nos acabó el segundo día. Ahora vamos a descansar y mañana, seguramente, haremos una excursioncita a el conocido pueblo de Cambridge… :))