Ya de vuelta en Nueva York para afrontar los últimos días del viaje… salimos de Buffalo con un vuelo de JetBlue Airways con el que estamos muy contentos, la verdad: bueno-bonito y barato… así que a mediodía hemos llegado a «la ciudad que nunca duerme», esta vez ya con un aire familiar… como volviendo a casa…jeje. Como aún nos quedaba día para disfrutar, hemos dado una vueltecita por el distrito financiero.
Viendo el famoso Wall Street, uno de esos puntos cinematográficos que, según nos dicen, domina el devenir de la economía mundial mientras los turistas paseamos inocentemente a sus puertas…
Allí hemos encontrado la New York Film Academy, con taantos actores superfamosos que según parece pasan por allí para dar sus masterclass… el «torito» de Wall Street, con montoooones y montoooones de turistas haciéndose fotos tocándole los cuernos y los testículos (no sé muy bien qué emoción le ven a eso, la verdad)… en fin… y hemos comido en un thai-vietnamita cansados de hamburguesas, por lo que nos ha sabido a gloria!
Después de comer, tranquilamente hacia el ferry a Staten Island (una de las maravillas gratuitas que se pueden hacer en Nueva York) para ver una vez más el maravilloso skyline del distrito financiero y, sobretodo, para pasar cerca de la Estatua de la Libertad, ya que hemos decidido no pasar el engorro de ir a la isla. Suficiente con pasar cerca con el ferry.
Aunque el ferry parecía masificado a la entrada, no ha sido para tanto. Cabe mucha gente y hemos podido coger el primero. El trayecto dura unos 15-20 min y la verdad es que es una preciosidad, imprescindible!
Y como al parecer no hay mucho que ver en Staten Island, hemos hecho lo que hace la mayoría. Al llegar hemos vuelto a coger el ferry para volver. Y de vuelta hemos cogido el metro (cada viaje son 2,75$, pero es necesario cogerlo para moverse), directos hacia el centro para dar un paseíto. Así que hemos llegado a la preciosa New York Public Library, con sus dos inmensos leones en las escaleras de entrada, y que fue inmortalizada en la conocida película de los 90 «Ghostbusters«.
Entre el paseo y el cafetito se nos ha ido haciendo de noche… rascacielos, taxis, el precioso y estilizado Chrystler Building… aquí te sientes muy pequeño mirando tooodo el tiempo hacia arriba!!
Queríamos rematar el día subiendo al famoso Top of de Rock, en el Rockefeller Center, pero al ir a comprar las entradas no quedaban para hoy!
Menos mal que aún tenemos días, así que las hemos comprado ya. Tendremos que esperar un poco para ver las maravillosas vistas de Manhattan desde lo alto. Así que habiéndose hecho de noche, lo mejor era recogernos a descansar, que aún tenemos unos días para disfrutar de esta inmeeeensa ciudad. De camino al metro, nos hemos topado con la St. Patrick’s Cathedral y su impresionante fachada, así que hemos aprovechado para entrar un momento. La verdad es que es muy bonita, y al ser hora de cenar, no había casi gente. :))