Día 5: Paseamos por Milán antes de la vuelta… 19-03-2014

Este último día de nuestra escapada primaveral nos hemos despertado en Milán. Nos ha salido un día fantástico, así que nos hemos decidido a andar hasta la plaza del Duomo para disfrutar de este medio día que aún nos quedaba. Un agradable paseíto de poco más de media hora nos ha llevado hasta el centro viendo alguna que otra tienda glamourosa…

Hemos llegado al centro a través de la corso Vittorio Emmanuelle II, llena de banderas que promocionan próxima Expo Milano 2015, y donde nos hemos encontrado una sesión fotográfica que nos ha recordado dónde estábamos!

Y por ahí hemos llegado al imponente Duomo.

Como no había cola para entrar, enseguida hemos decidido ver esta majestuosa catedral del gótico tardío por dentro. ¡En ella se pueden congregar hasta 40.000 fieles!  Impresiona ver esa fachada de mármol con sus 135 agujas y sus 3.200 estatuas…

No hemos dejado pasar la oportunidad de subir al techo del Duomo a través de sus 165 escalones (se sube por un lateral y cuesta 6€) aunque también se puede subir en ascensor. Allí puedes ver de cerca las impresionantes agujas, y esculturas, sin duda vale la pena subir.

Y las vistas de la Galeria son fantásticas. Lástima que no haya una buena visión de la plaza…

Una vez disfrutada nuestra visita al Duomo, nos hemos acercado a la Galería V.Emmanuel II, la segunda “joya de la corona”…

Conocida como “el salón de Milán” por sus elegantes cafés, tiene unos precisos mosaicos que representan Europa, Asía, Africa y América del Norte.

Y así… casi sin darnos cuenta, se nos ha escapado la mañana… pasando para acabar por la Piazza della Scala, donde está la estatua de Leonardo da Vinci.

Hemos dado un bocado y, ya sin más tiempo, directos a recoger los trastos para dirigirnos al aeropuerto de Bergamo. Varias compañias salen continuamente hacia allí desde la estación de tren, por lo que no hemos tenido ningún problema para llegar allí…

Así hemos acabado este bonito viaje en el que hemos disfrutado tanto como esperábamos. Nos han encantado las tres ciudades visitadas, quizás le podíamos haber dedicado un poco más a Milán, pero lo planeado era visitar el Duomo y la Galería, y lo hemos cumplido.

Veremos dónde es el próximo… las sensaciones de este han sido fantásticas! 🙂

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Día 4: Exprimiendo Venecia… y primeros pasos por Milán. 18-03-2014

Nos hemos levantado con ganas de seguir paseando por Venecia. Teníamos toda la mañana para disfrutarla con tranquilidad y, ya que teníamos el billete de vaporetto para 24h no hemos dudado en ir a cogerlo para disfrutar por el agua todo el Gran Canal… eso sí, sin olvidarnos primero del capuchino y el croissant que nos entraba con el alojamiento…

El día ha salido grisaceo, con su niebla casi perpetua que le da un aspecto algo tristón.

La verdad es que el vaporetto es una experiencia para saborearla, ya que a lo largo del Gran Canal vas disfrutando de preciosos palacetes y vas viendo góndolas y barquitos desplazándose en todas direcciones…

Por ejemplo, Ca d’Oro es considerado el edificio gótico más sobresaliente de toda Venecia…

Y presidiendo la entrada (o salida) del Gran Canal está la imponente y hermosa Iglesia de Sta. María della Salute (S.XVII)

Una vez en la Piazza San Marco teníamos un primer objetivo, que era subir al Campanile, así que allí hemos ido.

El precio no es barato, son 8€, y tiene un ascensor que te sube en un momento. Las vistas desde arriba son, sin exagerar, una maravilla. Sin duda vale la pena incluso aunque haya bastante niebla como hoy..

También hemos querido acercarnos al café Florian, en plena plaza, donde Lord Byron por un lado, y Henry James por otro, solían desayunar. Nosotros hemos preferido no consumir… pues 14€ por un café en la terraza nos parece un “poquito excesivo”… sí, he puesto bien el precio… sí…

También hemos visto con un poco más de calma los fantásticos mosaicos de la fachada… y bueno, hemos paseado y paseado…

También hemos querido entrar en el Palacio Ducal… y la sorpresa ha sido que no existe entrada sencilla paravisitarlo. Has de comprar una combinada con un montón de museos… y como ya no teníamos tiempo, al final no hemos entrado…  la próxima vez será.

Los precios de las góndolas es, sin duda,otro despropósito. El precio 80€ por menos de una hora… que se pueden regatear hasta 60€, es algo de lo que hemos podido prescindir. Además existen las góndolas que se encargan de pasar a pasajeros de una orilla a otra por 2€… el trayecto son solo 5 minutos, pero es suficiente par saber lo que es sin que te sientas estafado…

En fin, y callejear y andar hasta el dolor de pies es lo que hemos hecho.

 

 

Así hemos llegado a la hora de comer, pero antes nos hemos hecho el típico aperitivo que se toman por aquí… el spritz.

Y poco a poco se ha hecho hora de dirigirnos a la estación, al lado de la cual está el decepcionante  puente de Calatrava…

Nos hemos despedido de Venecia, y en cuestión de menos de 3h hemos entrado en Milán, nuestra última parada entes de volver. Sin perder tiempo nos hemos ido al Duomo para darle un vistazo tanto a la catedral como a la Galeria V.Emanuelle II, ya de noche, con las luces. Es algo que hay que ver… mañana lo veremos de día.

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Día 3: De los colores de Burano a la maravilla de San Marco. 17-03-2014

Hoy teniamos todo el día para Venecia, el gran objetivo de esta escapadita primaveral. Nos hemos levantado con ganas de ver cosas y de disfrutar de esta hermosa ciudad. Hemos desayunado y, tras meditarlo, hemos decidido dirigirnos hacia la parada Fondamente Nove, para coger el barquito a las islas y visitar Burano. Y de camino, de canal en canal y de puentecito en puentecito…

 

Para los que no lo sepan, decir que un billete para viajar 1 hora vale 7’50€!!!! Sí, una auténtica barbaridad, así que a poco que quieras coger el vaporetto, conviene sacarte el billete de 24h que vale 20€. Las islas estan incluidas, así que nosotros lo hemos comprado y nos hemos dirigido a esta islita tranquila de casas de colores.

Pasando primero por Murano (donde no hemos parado), en unos 40min hemos llegado a Burano, donde hemos estado un par de horas paseando. Esta isla es históricamente famosa por sus encajes, pero para nosotros, su encanto reside en lo fotogénico de sus casas de colores y sus tranquilas calles.

Cada fachada es un color diferente…

Cada ventana, una sorpresa.

Sin duda un encantador lugar fuera del tumulto que suponen las concurridas calles de la ciudad.

Con la excursión se nos ha hecho casi hora de comer, así que hemos picado un par de trozos de pizza callejera, que nos han sabido a gloria, y hemos preferido no parar mucho.

Ya de vuelta y de camino a San Marcos todo son canales, barquitas, calles estrechas, tiendas y bastante gente, claro. Pero no se nos ha hecho pesado pues, como buenos turistas, todo ha sido “¡mira eso qué bonito!”, “¿has visto allí?”, “¡espera! Voy a hacer una foto…” . En fin, os lo podéis imaginar. Además, si hay algo maravilloso en Venecia, es perderse callejeando por callejones que de repente te llevan a una placita o a un pequeño puente.

Pero como en Venecia tooodos los caminos llevan al Ponte Rialto o a San Marco, no hemos tenido problema en llegar al centro neurálgico y turístico de la ciudad. La plaza de San Marcos impresiona por todos lados. Napoleón dijo de ella que era el “salón más bello de Europa”, y sin duda no le faltaba razón.

Llama mucho la atención el Campanile, de 99 metros de altura, al que queremos subir mañana, y la Basílica, donde se supone que descansan los restos de san Marcos Evangelista, así que allí nos hemos dirigido en primer lugar.

Sorprendentemente no había cola para entrar, así que no nos lo hemos pensado… lo malo es que no se puede entrar con mochilas, por lo que nos han enviado a la consigna (que es gratuita) que está en la calle adyacente. Por dentro nos ha recordado a primera vista, salvando las distancias, de acuerdo, a la sensación que tuvimos en Santa Sofía (Istambul). Quizás porque todo está recubierto de un dorado majestuoso. De cualquier manera, es sobrecogedor.

Otra vez fuera… tienes la torre del reloj a un lado… el Palacio Ducal al otro con el agua y los gondoleros al fondo… la estatua de San Teodoro y el León Alado que representa a San Marcos… en fin, lo mires por donde lo mires te quedas con la boca abierta…

Una vez hemos disfrutado de la plaza y alrededores, hemos aprovechado el billete para coger un vaporetto que nos ha llevado por el Gran Canal…

…hasta el puente de la Accademia, desde donde hemos visto como iba atardeciendo. ¡Las vistas desde el puente son antológicas!

 

Ya de camino hacia el lugar elegido para cenar, hemos callejeado viendo, como es normal aquí, algunas preciosas tiendas de máscaras venecianas… También hay muchas máscaras cutres… ¡muchísimas! Pero hay algunas tiendas que te dejan maravillado…

De camino a cenar nos hemos cruzado inevitablemente con el Puente Rialto..

Hemos elegido para cenar una osteria que nos ha recomendado un conocido italiano… y que curiosamente también está marcado como bueno en la Lonely Planet, l’Osteria dalla Vedova, en el Cannaregio, una de las más antiguas de Venecia, con comida buenísima y a un muy buen precio!! Lo malo es que teníamos tanta hambre que ¡no nos hemos parado a hacer ni una foto! Así que símplemete decir que si visitáis Venecia esta es una gran elección. 🙂

 

 

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Día 2: De la Arena de Verona a los canales venecianos. 16-03-2014

Tras descansar muy a gusto en el pomposo hotel Leon d’Oro, que encontramos en una buenísima oferta de Trivago, y que está situado a escasos 200m de la Porta Nova, hemos empezado nuestro paseo por Verona. La Porta Nova es la antigua entrada de las murallas, ahora convertido en rotonda, y más adelante se llega a otra preciosa puerta con reloj que da paso a la Piazza Bra’, centro neurálgico de la ciudad vieja en la que sobresale la Arena, el Palazzo Municipale y unas hermosos edificios antiguos con cafeterías y restaurantes…

 Ya en esta entrada nos hemos encontrado con una preciosa referencia de Shakespeare a la ciudad…

Una vez en la centrica plaza, nos hemos desviado un poco para ver primero el Castelvecchio, la fortaleza de Cangrande II del S.XIV a orillas del río y que fue restaurado en 1960 ya que en la Segunda Guerra Mundial quedó destrozado por los bombardeos.

Y siguiendo por su llamativa muralla de tonos ocres, hemos llegado al Ponte Scaligero desde donde se disfrutan preciosas vistas del río Adigio.

De aquí hemos vuelto a la plaza, pues ya tocaba ir a visitar a la ansiada Arena romana… pero antes nos hemos hecho unas fotitos en las bonitas casas que dan a este centrico lugar…y hemos visto un balcón donde Garibaldi pronunció su famosa frase «Roma o morte».

La vista de la Arena es sencillamente impresionante. Es increíble ver este enorme anfiteatro de mármol rosa del S.I d.c. , que es el tercero más grande del mundo, en el magnifico estado en que se encuentra. Casi puedes transportarte a época romana e imaginar a gladiadores luchando por su vida… Su aforo es de 20.000 personas y en el incluso se realizan conciertos y opera en la actualidad. Un lujo para los habitantes de Verona.

De aquí hemos cogido la céntrica y comercial Via Mazzini y antes de llegar a la Piazza Erbe hemos pasado por la turistada de Verona, la Casa di Giuletta. Que sean personajes ficticios ya te hace preguntarte qué casa es esa…  y es verdad que el balcón es bonito y la escultura también… pero resulta que es de 1960, por lo que su valor histórico no es que sea mucho… Lo que ocurre es que hordas de turistas van allí a fotografiarse en el balcón y a tocarle el pecho a Giuletta (se supone que para encontrar un nuevo amor). Además hay un caótico grafito… o mejor dicho un montón de rayajos, con algunas palabras de amor y corazones visibles, sin mucha gracia y, además, los típicos candados… en fin, que hemos ido, sí, pero ni fu ni fa ni ná de ná…

Lo que si es imprescindible, otra maravilla, es la Piazza delle Erbe, flanqueada por algunos de los edificios más suntuosos de Verona como el Palazzo Maffei o la Torre del Gardello del S.XIV.

… y con esto el tiempo se nos ha empezado a echar encima, así que nos hemos ido a dar un bocado y después tranquilamente al tren donde Teresa a tenido tiempo de dar incluso una cabezadita antes de llegar a Venecia.

El tren una maravilla. Cómodo y rápido, así que sin darnos cuenta bajábamos en la estación Sta. Lucía de Venecia y nos quedábamos alucinados con todo lo que veíamos. Hay tanto donde mirar, tantos estímulos ya desde que llegas, que no sabes dónde pararte…nuestro hotel está cerca de la estación, en el barrio de Cannaregio, así que con 15 min andando y un poco de suerte entre tanto callejón hemos llegado a la puerta, justo al lado de un pequeño puentecito.

…y ya hemos podido ver nuestra primera góndola!! 🙂

El hotel se llama Casa del Melograno, y lo decimos porque creemos que es totalmente aconsejable. Un lugar fantástico, cómodo, tranquilo, acogedor y limpio, y con un personal muy atento…sin duda  una gran elección!

Entre situarnos y andar un poco se nos ha hecho de noche… aunque aún hemos podido llegar a ver el Puente Rialto al atardecer, una preciosidad!

Mañana tenemos todo el día para ver cosas… seguro que será un día fantástico!! :))

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Día 1: Verona, una joya poco conocida que nos ha sorprendido. 15-03-2014

Empezamos nuestra escapadita por el norte de Italia… hemos salido pronto de Valencia, a las 9h, con lo que a las 11 aterrizábamos en Bergamo. Un autobús nos ha llevado sin perder tiempo a Brescia (12€/p) y de allí un tren hasta Verona. Todo está muy bien comunicado, por lo que no es nada difícil hacerlo así. Bus en la puerta del aeropuerto y en Brescia 100 metros entre las dos estaciones. Así que a la hora de comer estábamos ya en el centro histórico de Verona.

Una vez llegas a las puertas de la ciudad vieja, todo te va sorprendiendo muy positivamente. Nuestro claro objetivo era la impresionante Arena romana, pero al llegar hemos encontrado una ciudad muy bonita con preciosas calles y un ambiente muy agradable. Tras dar el primer bocado de pasta italiana nos hemos dirigido a la parte más lejana del casco histórico, que para nosotros era la zona del Ponte Pietra (Puente de Piedra). El primer lugar al que hemos entrado ha sido la Iglesia gótica de Sta. Anastasia.

¡El interior nos ha parecido precioso!

Una vez dentro hemos tenido la inmensa suerte de presenciar como una pareja de visitantes hablaba con el organista y… en cuestión de 5 minutos nos han dejado alucinados(tanto a las beatas que allí había como a los turistas) cantando con unas potentes y preciosas voces. Sin duda eran profesionales. Una sorpresa maravillosa que hemos disfrutado y nos ha dejado un gran sabor de boca.

Callejear por allí se ha convertido en una gozada para los sentidos. Preciosos colores, ventanas, tiendas pintorescas, torres, plazas… hay tanto para disfrutar…

El Duomo (S.XIII) en cambio no nos ha llamado excesivamente la atención. Veníamos muy contentos del interior de la anterior iglesia… y esperábamos aún más!

El Ponte Pietra, único puente romano que queda en la ciudad de los 7 que llegaron a haber, está muy cerca de allí, así que allí nos hemos dirigido, ya que Verona está rodeado por el rio Adigio y queríamos ver las bonitas vistas que desde allí se puede disfrutar…

La tarde sin duda a dado para mucho. Y nosotros hemos disfrutado mucho callejeando por sus bonitas calles sin preocupaciones, ya que la zona es relativamente pequeña y está totalmente acotada por el río… por lo que muy lejos no te puedes perder.

Para acabar la tarde, aún nos ha dado tiempo de estar un rato en la Piazza dei Signori, preciosa la mires por donde la mires, que tiene una imponente escultura de Dante en el centro. Hemos disfrutado de ella con calma, ya cansaditos por toda la tarde sin parar…

Y ya se nos ha ido haciendo de noche, eso sí, disfrutando de nuestro primer «gelato italiano»… más que nada para ver si su fama es justificada… ya sabéis.

Con esto hemos tenido suficiente para este primer día, mañana tenemos toda la mañana para rematar la visita a Verona viendo la Arena… el Castillo… la casa de Julieta… por cosas que hacer no será. Mañana más! :))

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Nuevo destino: ¡Norte de Italia! Venecia, Verona y Milán.

Llega la primavera y tenemos ocasión de hacer una pequeña escapadita… así que no lo hemos dudado y rastreando vuelos low-cost desde Valencia nos hemos decidido por uno que hace tiempo teníamos en mente. El destino elegido…

¡El NORTE de ITALIA!

Tenemos casi 5 días, y un precioso y económico vuelo destino Milan-Bérgamo, así que nos decantamos hacía los románticos canales de Venecia, las góndolas, los puentes, la Piazza San Marcos, la pizza… Pasaremos antes por Verona, para acercarnos al lugar donde transcurre el dramón shakespeariano entre los Capuleto y los Montesco… y, sobre todo, visitaremos su impresionante Arena, un espectacular anfiteatro romano en la que esperamos sentir un poco del fragor de los gladiadores que allí lucharon. Acabaremos la escapada con un último día en la fashion y cosmopolita ciudad Milán… de la que nos interesa, claro está, su famosísimo Duomo y su Galeria Vittorio Emanuele… Este es el plan, una escapadita completa y preciosa… ¡veremos como nos van saliendo las cosas! 🙂

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