Día 4: La lluvia nos obliga a ir a Zagreb. 24-04-2014

Nuestros peores presagios se han hecho realidad y nos hemos levantado con lluvia fuerte y niebla densa en los Lagos Plitvice, así que nuestro plan disfrutar de la ruta larga de 6-7 horas se ha ido al traste. No teníamos opción de esperar… así que hemos desayunado y hemos hecho camino hacía la capital: Zagreb, que también nos ha recibido con una lluvia persistente. Pero antes de ir hacía el centro, en busca del hostel, hemos decidido visitar el Museo de Drazen Petrovic, uno de los mejores jugadores europeos de la historia que murió en un trágico accidente de coche de joven y que aún hoy es recordado como un ídolo…

 

Su primera camiseta en el Sibenka, la calle con su nombre, su medalla de oro en el campeonato del mundo de Argentina o su plata en Barcelona’92… en fin, visita para frikis del baloncesto…

Poco después hemos llegado al Chillout Hostel, una maravilla aconsejable 100% y situado en el mismo centro histórico, a muy poca distancia de la plaza principal,Trg bana Jelacica, donde hay una oficina de turismo y por donde pasa el característico tranvía de la ciudad.

Tras situarnos y dejar trastos, nos hemos ido a dar una vuelta por los puntos más característicos del casco histórico, y el primer punto ha sido su Catedral dedicada a la Asunción de María, iniciada en el S.XII y reconstruida a mediados del S.XVI en estilo gótico.

Espectaculares son sus dos torres, que se ven desde casi toda la ciudad, y la fuente que hay frente a ella con una larga columna con una estatua dorada de María en su punto más alto.

Callejear por Zagreb es algo muy agradable, y en sus calles no paras de encontrar zonas con terrazas llenas de gente…

No hemos querido perder la oportunidad de acercarnos a la Iglesia de San Marcos, uno de los iconos turísticos de la ciudad, así que hemos pasado por la puerta de Piedra, la última puerta de la ciudad que se conserva…

…y muy cerca hemos encontrado la llamativa Iglesia del S.XIII, modificada muchas veces a lo largo de este tiempo y que tiene un coloreado y atractivo tejado pintado en 1880.

Sin duda es una zona preciosa, con edificios majestuosos y calles empedradas…

En esa zona se encuentra el Museo croata de Arte Naive, una joyita con maravillosas obras que no se debe perder nadie que visite la ciudad.

La tarde no daba para mucho más, pero aún hemos tenido tiempo de subir a la Torre Lotrscak, que está justo al lado del funicular, otro de los símbolos de la ciudad desde donde se pueden ver las mejores vistas de Zagreb por el módico precio de 20K.

Y después de esto, y dar un bocado, que con la comida no se juega…. nos hemos retirado. El plan para mañana… dar una vuelta más por Zagreb, ya que queremos ver el Mercado en funcionamiento, acercarnos al Teatro (el edificio amarillo de la foto de antes) y… coger carretera dirección Eslovenia!!!! Mañana por la tarde veremos Ljubliana!! 🙂

 

Read Full Post »

Día 7: Maravilloso trekking por las tierras de Sapa. 15-7-2013

Nos despertamos bien descansaditos en el hotel Grand View de Sapa que, haciendo honor a su nombre, tiene unas vistas realmente espectaculares de todo el valle. Además nuestra habitación esta en el ático y tiene una terraza chulísima, con lo que saliendo unos pasitos de la habitación, la sensación ha sido muy especial…

Una vez desayunados el plan estaba claro. Un sencillo trekking hacía una aldea cercana, Cat Cat, realizando un escarpado y precioso descenso. El tiempo aquí es una maravilla, estaremos a unos 20ºC y por la noche incluso hay que tirarse la manta encima… qué contraste con la capital!! Así que salir pronto con el fresquito matutino ha sido una gozada, de hecho Teresa incluso se ha puesto una chaqueta!

Las vistas son maravillosas desde el primer momento, la sensación con las vistas de los arrozales por todos lados es muy especial, y todo esto con las pintorescas mujeres h’mong negras intentado vender artesanía y baratijas a lo largo de todos los caminos…

Es importante saber que para entrar a la zona de las aldeas hay que pagar una entrada… y estas se compran bastante arriba. Lo decimos porque si pasas sin darte cuanta, como nos ha pasado a nosotros, ellos no te avisan, y cuando desciendes más de un kilometro hay una persona que te pide la entrada. Si no la has comprado no te deja pasar y él no te la vende, con lo que tienes que coger un xe om (taxi-moto) y volver a subir para comprar las entradas. A los pardillos de los valencianos (o sea, nosotros) nos ha tocado pagar al xe om para que nos las trajera, así que nos ha salido un poco más cara la entrada. Eso sí, disfrutar de las vistas mientras esperábamos no ha sido ningún problema.

Una vez pagas la entrada, un bonito camino empedrado te va bajando entre tiendas de h’mongs negros…

Curiosa es la manera que tiene de machacar el grano… con un artilugio bastante rudimentario en el que un lado de una palanca va acumulando agua hasta que cede por el peso y, al derramarse, el otro lado da un golpe seco que va machacando el grano. Espero haberme explicado bien… 🙂

Entre unas cosas y otras, el descenso es sencillo y muy agradable…

Pero el plato fuerte de la ruta estaba aún por llegar… tras un rato descendiendo se llega a la parte baja donde hay un puente…

…para cruzar un río que se une a una preciosa cascada. Una estampa de postal realmente preciosa.

Allí hemos estado un rato cotilleando aquí y allá, descansando y disfrutando de las bonitas vistas mientras las mujeres h’mong seguían intentando vender alguna baratija de artesanía o alguna bebida..

Curiosas son, por ejemplo, estas figuras talladas en raíces de bambú que los artesanos estaban realizando allí mismo ante nosotros…

A partir de ahí, hemos seguido un sencillo camino unos quince minutos, entre niños que también querían vender alguna cosa…

 … o jóvenes que disfrutaban de un divertido baño en el río.

AH!! y al fin hemos visto los primeros cerdos vietnamitas del viaje… empezábamos a pensar que, a pesar del nombre no eran de aquí!! jeje

Para volver hemos tenido que cruzar otro puente donde niños cat cat jugaban en las alturas. Al otro lado nos esperaban de nuevo los xe om (taxi-moto) para ofrecernos sus servicios de vuelta a Sapa. Ya con cansancio acumulado en las piernas y pensando en una buena ducha no nos lo hemos pensado y por 40.000VND (menos de 2 euros) nos han llevado de vuelta al hotel. 

Ducharnos, comer alguna cosa e incluso hacer una pequeña siesta de media horita nos ha dejado como nuevos…

…y aún por la tarde nos ha dado tiempo a dar una vuelta por el pueblo donde hemos visto una sorprendente iglesia cristiana, un poco del mercado con su apartado de artesanía donde las mujeres trabajaban sin parar, y alguna tienda curiosa…

Sin duda un día bonito y completo que no olvidaremos. Nos ha encantado el buen ambiente, la paz y tranquilidad que se respira en este pueblo de montaña, las maravillosas vistas… sin duda un acierto habernos acercado hasta aquí, ya casi tocando con territorio chino. Y mañana más… :))

Read Full Post »