Antes de hablar del segundo y tercer día por la Bahía de Halong, queremos dejar constancia de lo que nos pasó la primera noche justo antes de ir a dormir… Resulta que, tras cenar, fuimos a la cubierta para disfrutar de la paz de la noche en la bahía cuando una horrible música discotequera empezó a sonar en el comedor. Estupefactos vimos… o mejor oímos, como los autóctonos del barco (guía, cocineros y marineros varios) empezaban con el estridente y la horripilantemente molesta afición al karaoke. Toda la mística del momento se fue al garete aumentando por momentos la mala leche entre nosotros. Ellos intentaban por todos los medios que nos uniéramos, y la mala leche aumentaba exponencialmente, situación que se agravó con un par de americanos que se unieron a berrear. Fueron un par de horas en total hasta que hubo un poco de bronca para que pararan y dejaran dormir a los demás… en fin, una experiencia más.
El despertar fue tranquilo, y disfrutando de las maravillosas vistas nos fuimos dirigiendo a la isla más grande de todo Halong Bay, Cat Ba.
Llegamos a Cat Ba y sin pensarlo mucho nos subimos a un bus que nos llevó directos al precioso Parque Nacional en el cual nos dispusimos a realizar un trekking de casi 3 horas.
La verdad es que el entorno era excepcional, y nos las prometíamos muy felices y tranquilas…
pero el trekking en cuestión era una subida como diría alguno de nuestros amigos «a cara perro», en la que había trozos que teníamos que subir a cuatro patas…y ya conocéis algunos la afición de Teresa a los «trekkings salvajes» así que sí … no os digo cómo reaccionó que no es necesario. 😛
Por suerte tuvimos un gran guía que era todo un personaje. Se pasó todo el camino haciendo bromas y tonterías mientras saltaba de piedra en piedra y de árbol en árbol descalzo… sí, algo inexplicable…
El esfuerzo tuvo su recompensa y llegamos a la cima donde pudimos disfrutar de las maravillosas vistas que buscábamos.
Y allí, nuestro guía siguió a lo suyo… juzgad vosotros mismos cómo estaba el personaje en cuestión…
Acabamos el trekking chopados de arriba a abajo debido a la humedad así que llegamos al hotel desesperados por una ducha.
La tarde, en cambio, la dedicamos a dar una vuelta por una de las playas de la isla, una bonita cala llena de vietnamitas que nos pedían fotos continuamente como si fuéramos estrellas de cine. Allí nos bañamos y nos tomamos una cervecita, pasando una tarde relajada.
La verdad es que el día quedó muy apañao’.
Ya hoy, hemos salido en el barco de nuevo para navegar durante la mañana antes de llegar a puerto y abandonar esta bonita bahía…
En nuestro recuerdo quedará ya esta bonita experiencia…
Ahora, ya en Hanoi después de 3 horas y pico de autobús, estamos a punto de coger otro tren nocturno que nos llevará hasta la Ciudad Imperial: HUÉ.
Hola teresa y David!
Primero felicidades por el blog, es de gran ayuda 😉
Nosotros viajamos a Vietnam la semana que viene y estamos buscando un crucero por la Bahía de Halong parecido al vuestro. En que agencia lo habéis cogido y cuanto cuesta más o menos…
Muchas gracias
Maravillosa experiencia. Sobre todo el “trekkings salvajes” en el cual me veo y no me reconozco. Me gustaría que me explicases Teresa en que consiste.
sin Apocalipse now o cazadores por enmedio.
Las fotos son la h…
Seguir disfrutando…
Besos
Gonzalo
Gonzalo! Qué sorpresa y qué alegría leerte por aquí! Los «trekkings salvajes» consisten, básicamente, en andar a 40ºC sudando sin parar, con bichos múltiples a tu alrededor. El paisaje precioso, sin duda, pero qué le voy a hacer si soy más de ciudad… 😉 A M. Brando no lo hemos visto…todavía! Un abrazo muy fuerte y el próximo trekking en Cantabria!! 🙂